Una persona padece insomnio crónico cuando tiene problemas para conciliar el sueño al menos tres noches por semana durante tres meses. Es un trastorno que tiene consecuencias negativas para la salud pero también para la economía de los países desarrollados.
(M&T)-. El informe “Carga social y económica del insomnio en adultos” elaborado por la organización internacional de investigación sin ánimo de lucro RAND Europe en colaboración con la compañía Indorsia, cuantifica en aproximadamente US$400 mil la pérdida anual del PIB por esta causa.
Cabe destacar que el objetivo del estudio se centra en conocer los efectos del insomnio más allá de su impacto en la salud y en la atención sanitaria y se llevó a cabo en 16 países: Alemania, Australia, Austria, Bélgica, Canadá, España, Estados Unidos, Finlandia, Francia, Grecia, Italia, Noruega, Portugal, Reino Unido, Suecia y Suiza.
De esta manera, se analizan los efectos de este trastorno en relación a los costes económicos indirectos, aquellos que no están relacionados con la atención sanitaria, y los intangibles, los no detectados directamente en transacciones económicas, pero que tienen un impacto en la salud o bienestar de un individuo.
Según el informe, el 50 % de los adultos en edad laboral presenta síntomas de insomnio, en total 172 millones; hasta un 25 %, de insomnio clínico (72 millones); y un 15 %, de insomnio crónico (42 millones de personas), su forma más grave.
Consecuencias en la economía y el trabajo
Las consecuencias de este síndrome conlleva un impacto económico cada año por la pérdida de productividad en el trabajo porque los adultos que lo padecen son más propensos al absentismo laboral y, por tanto, no rinden igual. En concreto, el informe detalla que en términos de costes indirectos, el insomnio crónico se ha relacionado a unos 11-18 días de absentismo, 39-45 días de presentismo y 44-54 días de pérdida general de productividad al año.
De esta forma, los costes indirectos de este trastorno asociados a la pérdida de productividad laboral suponen entre US$1,700 y US$200 mil millones, lo que representa un total de US$405,000 millones, del producto interior bruto (PIB).
Con todo ello, las proyecciones económicas del estudio indican que eliminar los efectos del insomnio mediante políticas de “prevención, educación, diagnóstico rutinario y tratamiento temprano” aumentaría la productividad en el trabajo con lo que impactaría de forma positiva en el PIB.
El estudio hace hincapié en la necesidad de llevar a cabo una serie de estrategias a nivel político, de investigación y de práctica clínica para mitigar y paliar las consecuencias de este trastorno. En Latinoamérica el ritmo de vida es más acelerado y aún tenemos mucho terreno por recorrer para poder tener un equilibrio en el tema de trabajo-familia, ya que mucho del estrés e insomnio se debe a las obligaciones familiares, económicas y laborales.
Recuerde siempre tomar el tiempo para respirar, tomar agua, hacer ejercicio y siempre velar por su salud mental.
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