Por: Max Sequeira Cascante, Director y Conductor del espacio Café Empresarial -Consultor Gestión Empresarial -Conferencista Internacional
Los procesos de toma de decisiones gerenciales, en las organizaciones, nunca han sido fáciles ni sencillos de entender, esto por qué se está en un constante análisis y estudio del entorno tanto interno como externo.
Para una Junta Directiva, Consejos de Administración, Gerencia General y hasta mandos medios en las empresas, es un tema del diario quehacer, en la vida cotidiana, pero también no se puede dejar de lado a los sectores, público, privado, pymes tomando en cuenta las empresas familiares.
Se hace mención de estos sectores, porque cuando suceden procesos de compra y venta de compañías, en términos empresariales, no es un tema de simplemente ver y hacer inversión.
Por eso el tema que se trata es de suma relevancia, como su concepto lo menciona “Due Diligence” o traducido al español como, la buena diligencia o buena gestión, es una auditoría o investigación, que se construye y elabora por profesionales en la rama de negocios, expertos en adquisición o compra de empresas, pero también pueden participar auditores o consultores externos, que examinan con rigurosidad y minuciosidad, las diferentes áreas que una empresa posee y a su vez, verificar si cumple con los requisitos mínimos de evaluación, para ser considerada en compra, si se categoriza con la “debida diligencia”.
La finalidad de estos estudios son presentar informes exhaustivos, cuando de venta y compra de empresas se trata, por lo que el proceso de toma de decisiones, no es un proceso informal, sino que más bien se sustenta, en generar diagnósticos, que evalúen e identifiquen el estado de las empresas, y ver así si se procesa a una debida diligencia.
Los informes se deben realizar, cuando se convoca a importantes rondas de inversión; con el fin de llevar equipos de negociación, entre ambas partes tanto los interesados en vender como los inversionistas, esto con el fin de llevar un proceso debido y riguroso, de las decisiones por tomar; por lo que se recomienda siempre llevar un estudio previo, para asegurar que los resultados, que presenta una organización, estén en su debido orden.
Cuando este tipo de proceso está superado, se procede a entregar los informes oficiales en las rondas de inversión que describe la realidad de la corporación por adquirir; además de que la confidencialidad y discrecionalidad, durante las rondas de negociación, son dos puntos por considerar y hasta respetar. Esto con el fin de evitar suspicacias o entrega de secretos de información a la competencia en el mercado.
Logrado estos procesos, los informes finales deben detallar una descripción muy fuerte sobre riesgos y fallas detectadas esto con la finalidad de brindarle al inversionista o comprador el margen de negociación, para la compra de la compañía, pidiendo incluso una valoración o reducción del valor de venta original.
La importancia de una herramienta de esta magnitud le permite, no solo a los inversionistas tomar buenas decisiones estratégicas, sino que también a los consultores y equipos de venta, poder llevar una decisión consensuada y hasta estructurada, que les permita exponer de forma transparente y legal, los criterios de análisis de compra y venta de una empresa.
Es muy importante e indispensable, que antes de poder invertir o generar proyectos de negocios, el uso adecuado y correcto de esta herramienta no solo les ahorra gastos, costos y tiempo a los inversionistas, sino que también es un escudo de protección que les permite a ambas partes, poder llegar a grandes acuerdos de negociación.
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