Hace un par de años la impresora 3D había nacido con la promesa que cambiaría al mundo. Los desarrolladores pensaban que los negocios basados en esta tecnología verían con creces aumentar su rentabilidad. No obstante hoy día esta tecnología se conoce como “la revolución que nunca fue”, señaló el speaker Alejandro Lozdziejsk, innovador y co fundador de la plataforma Customily.
“Hoy día cada uno de nosotros quiere algo único y esa es una de las promesas de la industria 4.0”, apuntó el innovador durante su conferencia en el Tech Day desarrollado en Honduras.
En un principio el objetivo de Alejandro era llevar a la impresora 3 D a Suramérica e hizo un primer intento cuando creo su emprendimiento Sur3D, una empresa dedicada a la fabricación integral de esta tecnología, el gran sueño era lograr el modelo accesible a los lugares de trabajo en Suramérica y sobre todo a su natal Uruguay.
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Sin embargo al pasar los años la gente que compraba impresoras, se desencantó por el producto y el interés fue cayendo en el mercado y esto dañó el emprendimiento del Alejandro: “Ya con un equipo disuelto, seguí estudiando el mercado y noté que había un pequeño grupo que aún utilizaba este tipo de impresoras 3D, y todos tenían el mismo problema; no podían generar un archivo para imprimir”, recordó.
Sin equipo y con poco dinero desarrolló la plataforma Customily que transforma imágenes en modelos tridimensionales. El emprendedor comentó que “un par de días después que me llegó un e mail, de una compañía interesada en mi producto y tres días después estaba en Alemania, desarrollando junto a la fábrica de caramelos más grande del mundo, la primera impresora 3D para imprimir caramelos comestibles”, dijo.
Al final- comentó-, “entendimos que el negocio, no era la impresión si no la experiencia de desarrollar los productos a través del software de Customily. Queríamos que el cliente tuviera la experiencia de transformación, que ellos fueran los creadores de sus propios productos”, recalcó.
La experiencia de creación de este emprendedor siguió en New York donde diseñan artículos de moda y la gente es capaz de interactuar con el software. “En realidad cuando nos pusimos a investigar vimos que el cliente quería ser el centro y parte del proceso de producción y eso crea un vínculo emocional, esa es la idea de Customily”, aseguró.
Dos años después de lanzar esta plataforma, hoy día la empresa lleva más 100.000 productos diseñados.
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