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De la oficina a la casa…… a un año de la pandemia en Panamá


Por: Aldo Ariel Rios Economista, Banquero & Especialista en Alianzas Estratégicas

A un año desde que se declaró oficialmente la pandemia en Panamá, recuerdo perfectamente todo el movimiento periodístico, conferencias de prensa, instrucciones y restricciones de las autoridades que llegó hasta ser parte de nuestro día a día, una expectativa y hasta incertidumbre constante, además salieron a relucir como parte de nuestro vocabulario diario las palabras como, trazabilidad, bioseguridad, mascarillas o tapabocas etc., y de la misma forma conceptos poco conocidos hasta el momento como RT (índice de contagios), cuarentena, toque de queda entre otros., además del conteo de contagios, fallecimientos y otras informaciones que hasta hoy, un año después, son la introducción diaria en todos los medios de comunicación.

Junto a esta ola de información llega la exigencia de cambiar la forma de hacer las cosas, de trabajar, de compartir, de educarnos, de mantenernos comunicados; y así, de manera casi abrupta la pandemia nos obliga a volcarnos a lo digital y transformar casi inmediato nuestro día a día, tomando mayor relevancia las plataformas de comunicación, la comercialización en línea, los pagos y sucursales digitales, entre otras, y por supuesto, esta pandemia evidencia lo atrasado que estamos en este aspecto a nivel público y privado en Panamá, que si bien, no teníamos desconocimiento de su relevancia, su implementación y adopción era y sigue siendo muy lento por muchos factores.

El confinamiento provocado por la pandemia del covid-19 demostró que las empresas que mejor han resistido a la crisis han sido las que han podido mantener sus actividades desde un entorno digital sin perder su eficiencia y esto se confirma cuando vemos en el informe del Foro Económico Mundial sus planteamientos cuando se refiere a la división del trabajo entre humanos, máquinas y algoritmos, indicándonos que la misma creará 133 millones de nuevos roles en los próximos años, consolidando el uso de la tecnología en la optimización del trabajo con fenómenos importantes como la normalización del teletrabajo, que obligan a todas las organizaciones a actualizar su infraestructura TI y donde la nube tiene un papel protagónico.

Mucho se habla de tecnología y las recomendaciones que toda empresa debe seguir para asegurar su sostenibilidad en el tiempo ahora en un mundo mucho más digital que el que conocíamos antes de la pandemia, sin embargo, pareciera que todavía gobiernos y empresa privada tienen el gran reto de trasladar sus infraestructuras tecnológicas a la famosa “NUBE”, a pesar de ser este esquema el que posibilita un acceso seguro y ágil a las aplicaciones de trabajo y la información de la empresa o institución; permitiendo contar con un soporte remoto y seguro desde cualquier lugar y siendo clave en la digitalización y automatización de los procesos organizativos.

En todo el mundo, el trabajo remoto ha ido en aumento y según el Instituto de Investigación y Política Económica de Stanford, el 42% de la fuerza laboral de EEUU trabaja ahora de forma remota.

Con más trabajadores que utilizan sus dispositivos en casa, los recursos de la empresa y la información confidencial nunca han estado en mayor riesgo, como resultado, la demanda de profesionales calificados en ciberseguridad tampoco había sido tan relevante como hoy dio; y tal como lo indica Jonathan S. Weissman, profesor titular del Departamento de Seguridad Informática del Instituto de Tecnología de Rochester (RIT) e instructor del programa MicroMasters® de ciberseguridad de RITx…

“Sin dudarlo, el tema destacado de la ciberseguridad en 2021 son los entornos de trabajo desde el hogar, creados debido a la pandemia de covid-19, que continuarán amenazando la confidencialidad, integridad y disponibilidad de las organizaciones en todo el mundo”.

La gran pregunta que nos seguimos haciendo, aún después de un año que estamos en estado de pandemia es, ¿Cómo lograr un entorno de trabajo digital eficiente? El informe “The Future of Work” de la consultora empresarial Ricoh Europe señala que para mantener la eficiencia de los equipos de trabajo en un entorno digital debemos asegurarnos que,

El puesto de trabajo digital debe cumplir con los siguientes requisitos: la digitalización y la automatización de los procesos organizativos; el acceso seguro y ágil a las aplicaciones de trabajo y la información de la empresa; la colaboración y la comunicación con compañeros y socios, y el soporte remoto y seguro desde cualquier lugar”.

Ahora bien, dejando de lado los temas tecnológicos que definitivamente son relevantes y tienen muchísimas implicaciones, me gustaría resaltar el “estilo de liderazgo” en un mundo digital, posiblemente siendo este gran aspecto de altísima relevancia pero del que muy poco se habla, y lo resalto porque los líderes necesitan “reimaginar” el trabajo no como un lugar y un tiempo, sino como un resultado, la realidad cambio y debemos ser muy conscientes de eso, antes se trabajaba en oficinas bajo la mirada vigilante del jefe, ahora se debe confiar en que la gente contribuya y siga siendo productiva por sí misma; claro que el nuevo modelo tendrá sus impactos hasta que se pueda afinar la implementación, y es que con gran probabilidad el talento que tenemos hoy no necesariamente esta preparado para un cambio de enfoque entre lo presencial y lo virtual, de aquí la relevancia en instruir el talento que tenemos ayudándoles a hacer los ajustes necesarios y no perder productividad bajo la modalidad virtual, por otro lado debemos ser muy cautelosos con los nuevos talentos que se estén contratando, asegurándonos que sean talentos con alto grado de proactividad, enfocado en resultados, dominio de plataformas virtuales y con un sentido aún mucho más elevado de la responsabilidad en sus obligaciones.

En teoría, todo lo anterior debería representar una mejora en la calidad de vida de todos los trabajadores, quienes a razón del trabajo remoto vamos a poder compartir más con nuestras familias, evitaremos largas horas de congestionamiento vehicular,  tendremos la oportunidad de ejercitarnos o hacer actividades que nos permitan liberar las tensas horas de stress que vamos acumulando en el día a día, entre otras actividades gracias a la disponibilidad de tiempo; en el mejor de los escenarios, esta modalidad de trabajo remoto debería permitirnos poder radicarnos en las periferias de las grandes ciudades o en alguna provincia como es nuestro caso en Panamá, claro que esto último asumiendo que la conectividad no solo exista sino que sea eficiente y ahí resaltamos una gran área de oportunidad de mejora ya que dificulto que en nuestro país estemos listos para migraciones como estas ya que por experiencia propia veo como en la Provincia de Los Santos, a manera de ejemplo, los servicios públicos son tan intermitentes y la conectividad esta tan desfasada y con varios años de retraso.

El camino por recorrer es aún largo, si bien el empujón hacia la digitalización como efecto de la pandemia nos ayudó, la transformación digital va más allá de lo legal y tecnológico, necesitamos que todos estemos inmersos en esta nueva forma de vivir, que sea parte de nuestra cultura diaria, en los trabajos y en la vida personal,  y aprendamos que en el mundo digital podemos hacer de todo, no precisamente migrando lo presencial tal cual lo conocemos pero si con ajustes que nos permitirán poder transmitir e interactuar con mayor y mejor alcance manteniendo la cercanía y socializando, pero ahora desde otro escenario.

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