La estrategia del océano azul, desarrollada por W. Chan Kim y Renée Mauborgne, se ha convertido en una herramienta valiosa para las pequeñas y medianas empresas (pymes) en América. Su enfoque en la creación de nuevos espacios de mercado, donde la competencia es mínima, ofrece una vía para el crecimiento y la innovación.
Por: Por: Wady Johel Cerdas Tenorio
PhD. Ciencias Empresariales, IMBA-MBA, Ingeniero Industrial.
Licenciado en Derecho, Profesor Universitario. Conferencista Internacional.
Asesor, Consultor y Director Asociado y Conductor de Tips Empresariales (La Potente Radio TV).
(M&T)-. Un ejemplo de empresa de artículos que ha aplicado esta estrategia con éxito es Alpargatas Eco, una pequeña empresa colombiana que fabrica alpargatas ecológicas. Al centrarse en la sostenibilidad y el uso de materiales reciclados y orgánicos, Alpargatas Eco se ha diferenciado de la competencia tradicional y ha captado un nicho de mercado preocupado por el medio ambiente. Su enfoque único les ha permitido expandirse rápidamente y ganar popularidad.
En el sector de servicios, Lavandería Limpio y Verde, una empresa mexicana, ha creado un nuevo mercado al ofrecer servicios de lavandería que utilizan productos de limpieza ecológicos y procesos de lavado que ahorran agua.
Al enfocarse en la sostenibilidad y el cuidado del medio ambiente, han atraído a clientes conscientes del impacto ecológico de sus actividades cotidianas, diferenciándose así de las lavanderías tradicionales.
Para implementar la estrategia del océano azul, es crucial que las pymes identifiquen las necesidades insatisfechas de los clientes y busquen formas de innovar en sus productos o servicios. Deben centrarse en crear valor para el cliente y reducir costos al mismo tiempo, lo que les permite ofrecer una propuesta de valor única a un precio competitivo.
La diferenciación es un aspecto clave de la estrategia del océano azul. Las pymes deben esforzarse por ofrecer algo único que las distinga de sus competidores, ya sea a través de la innovación en el producto, la experiencia del cliente o el modelo de negocio. La comunicación efectiva de esta propuesta de valor única es fundamental para atraer y retener a los clientes.
Para determinar su posición en el océano azul y trazar una ruta clara hacia el éxito, las pymes pueden emplear una táctica sencilla pero efectiva: el análisis de la matriz ERIC (Eliminar, Reducir, Incrementar, Crear).
Este método les permite discernir qué elementos de su oferta se pueden eliminar o reducir para minimizar costos, y cuáles se pueden incrementar o desarrollar para aportar valor único y destacarse en el mercado. Al utilizar esta matriz, las pymes obtienen una visión clara de cómo pueden innovar y transformar su propuesta de valor, asegurando una navegación exitosa en las aguas del océano azul y posicionándose estratégicamente para capturar nuevas oportunidades de crecimiento.
Se tiene entonces que la estrategia del océano azul ofrece a las pymes en América una oportunidad para innovar y crecer en mercados menos saturados. Al enfocarse en la creación de valor y la diferenciación, las empresas pueden encontrar nuevos caminos para el éxito y establecerse como líderes en sus respectivos nichos de mercado. La adaptabilidad y la creatividad son esenciales para aprovechar al máximo el potencial de esta estrategia.
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