Por: Malka Mekler
La pandemia sanitaria del covid-19 ha impactado a todos los países de la región, en el caso de Nicaragua los datos brindados al público no son creíbles.
Así lo indicó Mario Arana, gerente General de la Asociación de Productos Exportadores de Nicaragua (APEN), edurante su presentación en 100 ideas-Visión 2021.
De acuerdo con Arana las cifras que ofrece el gobierno de Ortega “no son creíbles”, debido a que se distancian demasiado de la región centroamericana, en donde muchos de los países han implementado diversas medidas, tales como el confinamiento y distanciamiento social.
El experto agregó que se espera que para abril o mayo, la oferta de vacunas se equipare a la demanda mundial, sin que eso signifique o garantice equidad en la disponibilidad de las misma.
Adicionalmente, reportaron una tasa de vacunación de entre 70% y 85% que debería ser suficiente para volver a la normalidad.
Por otro lado destacó tres enemigos para los próximos tres meses: el optimismo, el cansancio y el manejo local (aperturas y cierres). Y
Enumeró también tres variables de las que se depende para salir adelante de esta situación, entre ellas están el alcance global, más ciencia y confianza.
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“Nicaragua está por adquirir las vacunas contra covid-19 y los “grupos de prioridad” son “el personal de salud, adultos mayores con enfermedades crónicas, adultos jóvenes con enfermedades bases y posteriormente el resto de la población”. El Gobierno de Nicaragua se plantea, en un primer momento, vacunar al 20 % de sus habitantes, equivalente a 1.3 millones de personas, con el auspicio del Mecanismo Covax”, mencionó Arana.
El futuro económico y por ende social de Nicaragua, está muy ligado a la forma en que se celebren las elecciones, siendo el punto de partida clave la legitimidad y transparencia en todo el proceso. En el 2020, la economía se declinó menos de lo que se esperaba y probablemente lo más que se contraiga es 2.5%, para el 2021, se estabilizará, dejará de declinar y se espera crecerá 1%. La tendencias de crecimiento a lo largo de estos últimos 5 años son modestas e inaceptables luego de la crisis del 2018.
“Se necesitan acuerdos de convivencia para construir las condiciones para que el país de un salto en sus perspectivas de crecimiento e invertir de forma audaz tiempo y energía en desarrollar un modelo de transformación productiva exportadora, que le añada complejidad y diversifique las exportaciones, para conocer los beneficios de aumentos en competitividad y productividad”, continuó.
Durante su presentación Arana recalcó que según FUNIDES, hasta junio de 2020, la deuda pública (externa e interna) había alcanzado los US $7,516 millones, lo que significaba el 52.2% del PIB estimado.
Asimismo la situación deficitaria de entes del sector público no financiero, sigue siendo preocupante, destacando el que arrastran déficit son ENATREL, ENEL y ENACAL, déficit del INSS. Según estimaciones de FUNIDES podría alcanzar los 6,219 millones de córdobas en 2020 y los 8,050 millones de córdobas en 2021.
Dentro de las necesidades que tiene el país para la atracción de la inversión lo constituye el costo de la energía. Actualmente Nicaragua tiene los costos de energía y combustibles más altos de la región centroamericana, lo que constituye un desincentivo.
Asimismo, destaca la importancia de impulsar la diversificación y la transformación productiva exportadora a nivel nacional, y regional centroamericano, esto con el fin de establecer cadenas de valor sobre rubros con alto potencial de inserción a las grandes cadenas de valor globales (cadenas de suministros), aprovechando la tendencia del nearshoring acentuada a raíz de la pandemia del coronavirus.
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