Panamá ocupa el cuarto lugar en el Ranking de Competitividad para América Latina en el 2019, retrocediendo dos puestos cuando hace tres años atrás estaba en el segundo lugar, en virtud de la paulatina reducción en su puntaje y del avance de Uruguay y Costa Rica.
Un informe del Instituto de Competitividad ADEN indica que el país ha mostrado una desmejora de su puntaje total desde la medición anterior pasando de 74.8 a 74.0 puntos, sobre un máximo posible de 100 puntos. También detalla que Panamá retrocedió en temas como la baja cobertura de necesidades básicas, factores institucionales (justicia, transparencia, tratamiento a la prensa, separación de los poderes del gobierno) y la educación.
Alejandro Trap, director del Instituto de Competitividad ADEN señaló que lo que había ganado del 2011 al 2014 en el ranking se perdió del 2015 al 2019. “Panamá es un país con un buen clima de negocios, pero si en el futuro no se corrige estos aspectos podría retroceder aún más en el ranking de competitividad”, manifestó Trap.
El Ranking de Competitividad evalúa 10 grandes aspectos en donde se distribuyen las 125 variables las cuales Panamá ha salido bien en materia de Infraestructura, Estabilidad económica, Expectativas de la población y Competencia en los mercados.
Sin embargo, en aspectos tales como cobertura de necesidades básicas, institucionales y educación la situación no es tan buena y el país está cercano a los estándares regionales pero alejado de los líderes, por lo que deben considerarse áreas de debilidad competitiva en las cuales es necesario trabajar con intensidad hacia el futuro.
Comentários