Por: Patricia Arias, Conferencista Internacional, Escritora y CEO de ComunicArte.
(M&T)-. Coloco en pasado la pregunta, porque a manera de reflexión, muchas veces no nos damos cuenta de cuan eficientes o, por el contrario, ineficientes fuimos, mientras las consecuencias no se dan.
Si bien es cierto la excelencia hace mención a alguna capacidad o habilidad fuera de lo común o a un talento difícil de igualar, eso no significa que cada vez que presentamos un proyecto o desarrollamos una causa en favor de los demás, y a veces no logramos llegar a cumplirlo a cabalidad, nuestra intención no califique para ser excelente.
No declines, si aún no hay respuesta
Generalmente hago acopio de esta frase en mis capacitaciones y talleres a fin de afianzar que los yerros en la naturaleza de todo ser humano, siempre servirán de trampolín para catapultar ideas y acciones más concluyentes en cada persona y profesional, que día a día, está retado por lograr metas y objetivos.
La productividad, posee un condicionante afín y es la motivación, no declinar, no exasperarse, ni frustrarse son mandatos que deben dársele al cerebro como un comando de acción que no permita declinar si nos equivocamos.
Recuerdo muy bien mis pininos en maestrías de ceremonia, en aquellos años, donde bendito Dios, no existía la rapidez de ser lanzados tus yerros, a la palestra pública mediática ya que el mencionar a un Presidente de la República, por la posición donde está ubicado en la mesa principal tilda más a catástrofe que a error.
Consigno, esta situación en mi tercera Obra: “Comunicación Eficaz: La verdadera Estrategia de las Relaciones Públicas”, más con el fin de que las nuevas generaciones comprendan que el mundo no finaliza su accionar cuando cometemos yerros, ya que estos luego pueden servirte, tal cual enuncié, como el verdadero propósito para alcanzar la eficacia y la excelencia.
Todo, tiene que ver con comunicación
El lenguaje no es inocente, en todo momento estamos comunicando, así que, aunque estés en silencio, tus disposiciones corporales están enviando señales de cómo te sientes y cómo no te sientes.
Te aconsejo que, para poder visibilizar tu evolución en el campo de la estrategia, productividad, comunicación y relaciones sociales, establezcas preguntas claras y determinadas a medir la eficiencia con que lo hiciste y finalmente, pasado un tiempo, puedas preguntarte, únicamente para redireccionar tus objetivos:
¿Cuándo crees, que fuiste eficiente?
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