Implementar un modelo de trabajo híbrido puede traer numerosos beneficios tanto para las empresas como para los empleados, pero también presenta desafíos únicos.
(M&T). La transformación del espacio laboral desde el 2020 ha sido profunda, influenciada en gran medida por la pandemia de COVID-19. Esta situación obligó a muchas empresas a adoptar rápidamente el trabajo remoto, lo que ha llevado a una reevaluación de las prácticas laborales tradicionales. En la actualidad, la flexibilidad laboral se ha convertido en una expectativa clave tanto para empleados como para empleadores.
Aunque el trabajo híbrido ha sido ampliamente adoptado en América Latina y ofrece numerosos beneficios, las organizaciones deben ser proactivas para abordar los desafíos que este modelo presenta. La creación de un entorno de trabajo que equilibre flexibilidad y productividad, mientras se mantiene la cohesión y la cultura organizacional, será clave para el éxito a largo plazo.
Para abordar estos desafíos e incrementar la posibilidad de éxito del modelo híbrido, a continuación, se destacan 3 estrategias clave identificadas en encuestas realizadas por JLL a nivel mundial durante 2022 y 2023:
Identificar el propósito de la oficina considerando la naturaleza del trabajo y las necesidades tanto de los empleadores como de los empleados: existen diferencias de opinión entre los empleadores y los empleados sobre qué actividades deben realizarse en la oficina y qué significa ser productivo en un modelo híbrido. Los empleadores valoran el trabajo presencial por su contribución a la colaboración, conexión social, cultura y productividad, mientras que los empleados valoran la socialización y colaboración, pero encuentran barreras para trabajar desde la oficina como el nivel de ruido en los espacios de trabajo y el costo y tiempo de desplazamiento.
Evolucionar la estrategia del lugar de trabajo con tecnología e involucramiento del liderazgo: para aumentar la productividad y costo eficiencia del modelo híbrido, las organizaciones pueden adoptar un enfoque basado en datos y tecnología. Esto implica implementar programas de ocupación que monitoreen e identifiquen los patrones de asistencia, el uso de los espacios y las dinámicas laborales. Además, es fundamental involucrar a los líderes en la definición y gestión del modelo híbrido, brindándoles entrenamientos y apoyo en la planificación del trabajo presencial. También desarrollar guías de trabajo híbrido para clarificar los acuerdos y políticas, minimizar la frustración de los empleados y gestionar las expectativas del trabajo bajo un modelo híbrido.
Contar con un modelo híbrido integral que incluya la gestión del cambio y la experiencia del empleado: los empleadores se encuentran en una encrucijada, buscando reducir los costos operacionales y del portafolio inmobiliario mientras promueven una mayor asistencia a la oficina. Es fundamental contar con una estrategia de gestión del cambio y de experiencia de los empleados durante el diseño e implementación del modelo híbrido para tener un mejor retorno sobre la inversión en espacios.
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