Hablar de crisis económica en el siglo XXI no es nada nuevo y se ha deteriorado con los conflictos armados que han ocurrido en los últimos tiempos, sobre todo después de la pandemia del COVID-19, la cual no tiene precedentes en la historia mundial.
Por: Marco Trejo
CLC Comunicación
(M&T)-.El cambio climático, también ha afectado los procesos de logística y ha encarecido la canasta básica de las familias.
En otros países, especialmente los centroamericanos, los problemas económicos se agravan por los temas políticos, muchas personas no aceptan las decisiones en las urnas, lo cual provoca conflictos internos y por ende baja la inversión empresarial, que no ve con buenos ojos determinados gobiernos.
En una situación de incertidumbre como esta, muchas empresas han visto reducidos sus ingresos y, por lo tanto, han decidido ahorrar gastos para sobrevivir, prescindiendo en primer lugar del marketing y la comunicación, lo cual hasta cierto punto es lógico, pero no recomendado.
Por eso es importante hablar de la importancia de la comunicación en momentos de crisis, incluso en esta crisis que es poco convencional. Detener el plan de marketing y la comunicación puede hacer que la empresa desacelere sus procesos de venta y para mañana puede ser tarde, en parte, al desaprovechar la oportunidad para fortalecer la imagen institucional y de marca.
¿Es importante mantener el branding y la comunicación en tiempos de crisis? La respuesta es un rotundo sí, porque una marca sin una estrategia de comunicación, sale más afectada en su recuperación económica, más si se alarga la crisis y se corren más riesgos, si nos quedamos callados. En comunicación hay un dicho que dice: “el silencio no es negocio”.
Puede que parezca que el marketing es una inversión “suntuosa”, pero no es así en una economía retraída, lo más aconsejable es mantener activa la estrategia de comunicación, es el momento de lanzar nuestros mensajes por todos lados y hacer activaciones que llamen la atención del posible de los usuarios y potenciales clientes.
La página institucional y las redes sociales son unas muy buenas herramientas para mantenernos activos, todo con el fin de seguir construyendo la imagen y se mantenga la reputación de la marca.
Las estadísticas revelan que las personas pasan más tiempo que nunca conectadas en el ordenador o a través de los teléfonos móviles, y esto supone una oportunidad para que las empresas construyan y afiancen su imagen de marca en la red virtual, lo cual nos dará un posicionamiento que veremos con el paso del tiempo.
Nuestras acciones de comunicación deben tratar de llamar la atención de las personas, deben conseguir que el público se identifique a nivel emocional con nuestros productos y que eso permita una diferenciación con la competencia, eso permitirá mantenernos en la mente del público.
Para lograr nuestro cometido tenemos que poner en práctica una serie de técnicos y estrategias que mejoren el posicionamiento de nuestra marca en los motores de búsqueda. Tenemos que comunicar el propósito, las creencias, los hábitos y valores de la marca, y no solo la calidad de los productos o servicios. Se debe trabajar para que reconozcan nuestra marca a través de las redes sociales y por todos nuestros canales de comunicación en línea, esto hará que la empresa se mantenga visible y, por lo tanto, que atraiga el interés de los clientes y posibles compradores.
Al volver a encauzarse la economía y regresemos a la normalidad, la empresa podrá ponerse al día y esto ayudará a que la recuperación sea mucho más rápida que la de nuestros competidores, no se habrá perdido tiempo y espacio y por ende nos puede traer muchos beneficios a largo plazo porque nos van a encontrar y es más fácil que nos sigan y nos visiten.
En todo caso, si paralizamos nuestra estrategia de comunicación, puede pasar todo lo contrario, nuestra presencia se irá a cero y nuestros clientes se darán cuenta de la problemática que se vive y posiblemente nos abandonarán, podemos perder todo lo invertido y trabajado en tiempos de bonanza.
Si perdemos todo por no hacer nada, será más complicado poner a trabajar a todo mundo, ya que la competencia se aprovechará del mercado y captará a todos nuestros clientes, tanto los habituales como los potenciales, quienes nos verán con malos ojos.
En conclusión, la estrategia de comunicación, en especial el branding y la comunicación externa deben estar bien afiladas, lo cual puede convertirse en un factor decisivo en el momento de decidir el futuro de la empresa, en tiempos de crisis económica. Esta situación nos debe poner a pensar si conviene o no parar la estrategia de comunicación o bien apostar por ella y aprovechar los beneficios que nos puede traer no haber silenciado nuestra marca.
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