Las criptomonedas son tokens digitales o monedas virtuales que solo existen electrónicamente y que hacen uso de la criptografía para asegurar sus transacciones, controlar la creación de nuevas unidades y garantizar la titularidad.
Por: Armando Maldonado, Director en DEICO.
Especialista financiero con experiencia en innovación empresarial y en investigación, análisis y valuación de inversiones y operación en toda clase de activos en mercados globales, con bancos y organizaciones internacionales. Economista del Tecnológico de Monterrey, con Maestría en BABSON COLLEGE.
(M&T)-. Este tipo de monedas digitales se conciben como redes descentralizadas y que operan independiente de un gobierno o institución financiera, utilizando la tecnología “Blockchain”. La criptografía se refiere a práctica de comunicación segura, involucrando la generación de códigos que permiten mantener información secreta, que convierte la data en formato ilegible para ser transmitida sin que entidades no autorizadas la decodifiquen.
La criptomoneda más popular es el Bitcoin, creada el 3 de enero de 2009 por quien o quienes se hace referencia bajo el seudónimo de Satochi Nakamoto, mediante el proceso de minería. Desde entonces muchas otras criptomonedas han sido creadas tales como Ethereum (2015), Litecoin (2011), Ripple (2013), entre otras más mediante procesos como de ofertas iniciales de moneda (“Initial Coin Offerings”). Las criptomonedas frecuentemente son utilizadas por cada vez más personas, para comprar y vender otras criptomonedas y divisas o productos y servicios; conservar como inversión como respaldo de valor o esperando aumente en valor; utilizar como medios electrónicos de pagos rápidos; evitar comisiones de bancos tradicionales; contar con cierto anonimato; entre otras más aplicaciones.
Hay diferentes formas de comprar criptomonedas, una manera popular es mediante uno de los varios intercambios disponibles en-línea, donde el precio es determinado por la oferta y demanda. También puede ser comprando directamente de otras personas vía plataformas “peer-to-peer”, donde el vendedor determina el precio. Para todo ejemplo entre los más populares se incluyen Blockchain.com, Binance, Coinbase, Kraken, Paxful.
Las criptomonedas han sido diseñadas para que sean completamente distribuidas. Sin embargo, ahora, los tenedores son compradores individuales e inversionistas institucionales, que mantienen un gran número de Bitcoin a lo largo del tiempo. El Salvador ha sido el primer país en el mundo en adoptar al Bitcoin como moneda de curso legal en septiembre del 2021, permitiendo el uso de la criptomoneda para cualquier transacción junto al dólar americano. El gobierno salvadoreño lanzó una billetera digital llamada “Chivo” e instaló 200 cajeros automáticos para apoyar la conversión y adopción del Bitcoin.
Las criptomonedas tienen varias ventajas en comparación a monedas tradicionales. Estas son descentralizadas y no son controladas por ningún gobierno o institución financiera. Estas, a diferencia de divisas tradicionales, hacen uso de la criptografía para asegurar integridad de transacciones. Sin embargo, también tienen desventajas. Estas son altamente volátiles, lo que significa que su valor puede fluctuar mucho en poco tiempo. Estas tampoco son ampliamente aceptadas como medio de pago, lo que limita su usabilidad.
En conclusión, las criptomonedas representan una innovación tecnológica con potencial de revolucionar como pensamos acerca del dinero y medios de pagos.
Por tanto, resulta importante y recomendable informarse y asesorarse como inversionista dedicado y actualizado sobre este y otros temas y tipos de inversión que sean orientados para mejor manejar riesgo de oportunidades emergentes.
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