La ventanilla financiera busca propiciar que los mismos puertorriqueños tomen en sus manos su suministro eléctrico.
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(M&T)-. En un esfuerzo por impulsar la transición hacia fuentes de energía más limpias y sostenibles, 38 cooperativas de ahorro y crédito en Puerto Rico han sido seleccionadas para recibir una inyección de capital de US$147 millones. Este financiamiento, anunciado por Pablo DeFilippi, vicepresidente ejecutivo de Inclusiv Network, tiene como objetivo ofrecer productos financieros que ayuden a reducir el gasto energético y las emisiones de carbono en la isla.
A partir de la segunda mitad de este año, se espera que consumidores y comunidades en todo Puerto Rico puedan acceder a préstamos más asequibles para la adquisición de electrodomésticos energéticamente eficientes, vehículos eléctricos y la instalación de sistemas de energía solar. Esta iniciativa no solo busca disminuir las emisiones de carbono, sino también facilitar el acceso a energía más económica y limpia para los residentes de la isla.
Con esta asignación, la inversión total del Tesoro Federal en el sistema cooperativo de Puerto Rico asciende a casi $322 millones en los últimos seis años. Estos fondos han permitido a las cooperativas desarrollar nuevos productos financieros y ofrecer servicios en línea, como banca móvil y solicitudes de préstamos, fortaleciendo así su capacidad para servir a las comunidades locales.
La directora ejecutiva de la Asociación de Ejecutivos de Cooperativas de Puerto Rico, Dahlia Torres Valentín, destacó el éxito continuo de las cooperativas en la obtención de estas subvenciones competitivas, lo que reafirma su fortaleza y compromiso con el desarrollo comunitario.
Puerto Rico ha enfrentado desafíos significativos en su infraestructura energética, especialmente tras eventos climáticos adversos como el huracán María en 2017. Estos desafíos han resaltado la necesidad de una red eléctrica más resiliente y sostenible. La transición hacia fuentes de energía renovable, como la solar y la eólica, se presenta como una solución viable para reducir la dependencia de combustibles fósiles, disminuir las emisiones de gases de efecto invernadero y mejorar la estabilidad energética de la isla.
Además, la implementación de sistemas de energía renovable puede generar beneficios económicos, como la creación de empleos locales en la instalación y mantenimiento de estas tecnologías, y la reducción de costos energéticos para los consumidores.
A nivel mundial, las energías renovables han experimentado un crecimiento notable en la última década. Según la Agencia Internacional de Energías Renovables (IRENA), la capacidad instalada total de energías renovables aumentó un 14% en 2023 respecto al año anterior, y se duplicó en la última década, alcanzando los 33,517 megavatios (MW) en países como México.
La energía solar fotovoltaica y la eólica han sido las principales impulsoras de esta expansión, representando el 95% de la expansión renovable global. Este crecimiento se atribuye a la disminución de los costos de generación y a políticas favorables en más de 130 países.
China, por ejemplo, ha consolidado su posición como líder mundial en el desarrollo de energías renovables, con 180 gigavatios (GW) de energía solar a gran escala y 159 GW de energía eólica en construcción. Esta capacidad combinada es casi el doble que la del resto del mundo, lo que refleja el compromiso activo de China con la transición energética.
El mercado global de la energía fotovoltaica ha experimentado un crecimiento vertiginoso. La capacidad instalada global aumentó de 40 GW en 2010 a 580 GW en 2024, y se espera que continúe esta tendencia en los próximos años. Este crecimiento ha sido impulsado por avances tecnológicos que han reducido los costos de producción e instalación, así como por políticas gubernamentales que incentivan el uso de energías limpias.
Por su parte, la energía eólica también ha mostrado un desarrollo significativo. La generación de energía eólica aumentó un 17% en 2022, y se espera que continúe creciendo a medida que más países invierten en esta tecnología para diversificar sus matrices energéticas y reducir las emisiones de carbono.
En resumen, la asignación de US$147 millones a las cooperativas en Puerto Rico representa un paso significativo hacia la adopción de energías renovables en la isla. Este esfuerzo se enmarca en una tendencia global de crecimiento en el sector de las energías limpias, con la energía solar fotovoltaica y la eólica liderando la transformación hacia un futuro energético más sostenible.
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