Por: Alejandra Samayoa Editora M&T (M&T)-. Según informaron, US$50 millones corresponden a un crédito verde, US$15 millones para la línea subordinada, haciendo un total de US$65 millones que conforman el primer crédito amigable con el ambiente en Costa Rica que proporcionó la Agencia Francesa de Desarrollo AFD al Banco Nacional, agregado a esto, se estableció un monto de US$3.8 millones para promover la transición baja de carbono y resiliencia.
Este último monto fue otorgado por la Unión Europea UE en ayuda al Conglomerado Financiero Banco Nacional CFBN para llegar a la meta establecida antes mencionada. Estas acciones son con el objetivo de acompañar al país en su transición hacia una economía más sostenible y que comenzó desde el año 2019.
Los proyectos que impulsen el transporte limpio, el uso de energías renovables y la eficiencia energética y la adaptación al cambio climático, se verán beneficiados con la movilización de fondos internacionales hacia Costa Rica, los cuales, se canalizan en una cartera de crédito especializada y creada para satisfacer las necesidades ambientales actuales de los clientes del Banco Nacional y el cumplimiento de las metas del Acuerdo de París.
Francisco Gamboa, Director General de Relaciones Institucionales, Publicidad y Sostenibilidad del Banco Nacional, dijo que “el Conglomerado Financiero Banco Nacional ha intensificado su compromiso con la Política de Sostenibilidad, el cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible y la lucha contra el cambio climático y el calentamiento global, por lo que la canalización de recursos que fomenten inversiones sostenibles de aquí al 2025 como primera meta, va en la dirección que nos hemos fijado”.
Además, Silvia Chaves jefa de Sostenibilidad del Banco Nacional comentó que “el combate del cambio climático le plantea a la sociedad retos importantes, que detonan una tarea titánica en la que todos debemos participar activamente. Es por esta razón, que construimos una alianza que nos permita acompañar a nuestros públicos de interés, en ese proceso de transición hacia una Costa Rica con un futuro más sostenible”.
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Juliette Grundman, directora regional de la AFD para México, Cuba y América Central afirmó que “en el 2019 Costa Rica aprobó un ambicioso Plan Nacional de Descarbonización cuya meta es alcanzar la carbono neutralidad en el 2050. Los bancos públicos son actores claves en la financiación de las acciones que permitirán alcanzar este objetivo y asimismo impulsar cambios en las prácticas, así como canalizar fondos hacia practicas sostenibles. Como principal banco público de desarrollo de Costa Rica y mostrando un gran interés en construir un enfoque más estructurado en términos de financiación climática, el CFBN es un socio estratégico y actor central para este propósito”.
En nombre de la Unión Europea, su embajadora Maria Antonia Calvo Puerta indicó que “Costa Rica es un socio clave en América Latina en temas verdes, con política climática altamente ambiciosa en línea con el nuevo Green Deal europeo. La transición a una economía carbono neutral requiere importantes inversiones desde el sector público y privado. La banca nacional es un actor clave en este sentido. Como UE estamos anuentes a seguir apoyando para que Costa Rica pueda tener una economía cero carbono en el 2050 y nos alegra esta colaboración con un actor tan estratégico como lo es el Banco Nacional de Costa Rica”.
Al cierre del 2020, del total de la cartera crediticia del Banco Nacional, un 66.3% estaba colocado en el sector productivo (micro, pequeñas, medianas y grandes empresas) y es fundamental fomentar proyectos productivos que impulsen una gestión responsable del agua, la aplicación de una economía circular, la protección de la biodiversidad nacional, la construcción de obra pública y edificaciones ecoamigables, una movilidad urbana sostenible y otra infinidad de actividades económicas que cumplan con el requisito de la reducción de emisiones.
La línea de financiamiento otorgada por la AFD al Banco Nacional y los fondos de cooperación de la UE permiten a la entidad financiera robustecer la oferta en la cartera de productos verdes e incorporar elementos de innovación para acompañar a los clientes en inversiones novedosas, que contribuyan a la descarbonización de la economía, la mitigación de las emisiones de gases de efecto invernadero, y acelerar la transición hacia el transporte verde.
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