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Consumidor costarricense cambia el efectivo por la tarjeta

Un estudio de la Asociación GS1 reveló una tendencia en la forma de compra de los costarricenses, con un alza clara hacia la tarjeta de crédito y una reducción en el uso de efectivo. El año anterior, un 48,6% de los costarricenses pagaban en efectivo sus compras en el supermercado. Sin embargo, para este 2019 esta cifra cayó a un 37,3%. Al mismo tiempo, los pagos con tarjeta de crédito aumentaron 12 puntos porcentuales, pasando de 18,3% a 30,6%.

Este comportamiento, concuerda con las altas cifras de endeudamiento de la población dadas a conocer recientemente por el Gobierno y con la gran cantidad de tarjetas de crédito que circulan actualmente.  Según el tercer estudio trimestral de tarjetas de crédito del 2019, realizado por el Ministerio de Economía, Industria y Comercio (MEIC), a julio existían 2.984.769 de plásticos de este tipo, equivalentes a una deuda total de 1.465.061 millones de colones.

Guillermo Varela, director ejecutivo de GS1 explica que el estudio, que se encamina a medir los comportamientos de los consumidores de acuerdo a las generaciones, “muestra que las tarjetas de crédito son usadas mayoritariamente por personas en edad productiva, es decir, los Millenials (21 y 34 años) y la generación X (35 a 49 años), mientras que las personas mayores de 65 años son quienes utilizan más efectivo”.

Diferencias generacionales marcan la pauta

Precisamente, el estilo de vida de cada generación ha venido marcando la pauta en cuanto a los hábitos de consumo, lo que supone un reto para las cadenas de supermercados y el comercio en general.

Un ejemplo de ello es la elección del lugar donde compran. En relación con el año anterior, la cercanía a su casa del punto de venta se mantiene como la principal condición para seleccionar el supermercado (52% del total de encuestados). Pero el estudio muestra cómo para quienes se encuentran en edad productiva (entre 18 y 49 años), el segundo criterio de escogencia es la cercanía con el trabajo.

Por otra parte, la fidelización a un solo supermercado ha venido aumentando. En el 2018 un 20,6% afirmaba que realizaba sus compras solamente en el punto de venta donde fue encuestado y para este año la cifra aumentó a un 38,2%. Destaca el dato de que a mayor edad, existe más fidelidad.

A pesar de esto, un 59,7% de encuestados prefieren fraccionar sus compras en diferentes puntos de venta. La principal razón para hacerlo es el factor precio (44,9%) y el no encontrar el producto que encontraban en el supermercado hace que un 24% de las personas se desplacen a otro lugar en busca de sus productos.

Para este 2019, predomina la cantidad consumidores que adquieren un producto que no tenía contemplado comprar: un 54,4%. Las principales razones por las que incurrieron en la compra imprevista son que recordaron que necesitaban el producto (34,5%) y que encontraron el producto en oferta (32%).

El 50% de los jóvenes entre 18 y 20 años que compraron por impulso lo hicieron porque querían probar productos nuevos y las demás generaciones quisieron aprovechar las ofertas.

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