En el actual panorama empresarial donde la transparencia, la responsabilidad social y la sostenibilidad son cada vez más valoradas, el compliance se ha convertido en un pilar fundamental para las organizaciones.
Por: Pablo Duncan Linch
Socio director CLC Comunicación afiliada a Llorente y Cuenca (LLYC).
El cumplimiento de las normativas legales y éticas y la gestión eficiente de la comunicación y las relaciones públicas son aspectos clave para fortalecer la reputación corporativa y asegurar el éxito a largo plazo de una empresa.
(M&T)-. Los inversores y los consumidores están cada vez más atentos a las prácticas empresariales relacionadas con el medio ambiente, la sostenibilidad, la responsabilidad social y la buena gobernanza corporativa. Las empresas que no cumplen con esos estándares pueden enfrentar graves consecuencias, incluyendo sanciones legales, daños en la reputación y pérdida de cuota y capitalización de mercado. El compliance se convierte así en un elemento crucial para mitigar riesgos y una oportunidad para mejorar la reputación de la empresa.
Aunque lo anterior plantea retos exigentes y diversos, estas son buenas noticias para quiénes nos dedicamos al mundo de la comunicación corporativa. Como indica el reporte de LLYC de 2021: “Compliance del Cumplimiento Estético al Compromiso Auténtico”, el “compliance efectivo” se posiciona como una “herramienta altamente eficaz para asegurar la coherencia, un aliado clave para pasar del storytelling al storydoing”. Justamente la coherencia es uno de los elementos más importantes para los consumidores, los cuales buscan y promueven organizaciones con valores éticos y corporativos definidos y las cuales garantizan su cumplimiento en la actividad empresarial.
Para Patricia Carretero Sáez, el compliance consiste en el “diseño e implementación de un conjunto de medidas organizativas que persiguen un doble objetivo en las organizaciones: por un lado, minimizar las conductas indeseadas, ya sean ilegales, faltas de ética o contrarias a los compromisos voluntarios que las empresas adquieren. Por otro, un compliance efectivo es una herramienta clave para fomentar determinados comportamientos, aquellos que contribuyen a la estrategia, al propósito y al crecimiento sostenible de esa compañía”.
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Por esta razón, la comunicación interna y externa es vital para lograr un mejor cumplimiento corporativo, puesto que el elemento fundamental para lograr ese objetivo se encuentra en la “instalación” de una cultura de integridad en la organización. Una visión legalista o normativa del cumplimiento orientada únicamente al establecimiento de controles y sanciones no será realmente efectiva y se encontrará normalmente con mucha resistencia o con rigidez organizacional.
Un modelo de integridad y cumplimiento debidamente comunicado y perfilado por el liderazgo de la organización, promueve y facilita el desarrollo de una cultura de integridad y cumplimiento basada en valores éticos y corporativos fundamentales, la cual permitirá minimizar y gestionar riesgos de incumplimiento legal y ético e incentiva la generación de compromisos voluntarios entre el liderazgo de la organización y los colaboradores, fortaleciendo el trabajo en equipo, la innovación y la productividad.
Es por lo anterior que una gestión eficiente de la comunicación y las relaciones públicas desempeña un papel fundamental en el fortalecimiento y desarrollo de la reputación corporativa y en la construcción de una imagen precisa y positiva sobre la empresa. Un gabinete de prensa bien estructurado y una estrategia de comunicación sólida pueden ayudar a la empresa a comunicar de manera efectiva sus políticas y prácticas de compliance, generando confianza tanto en los públicos de interés internos como externos.
En CLC Comunicación afiliada a Llorente y Cuenca (LLYC) hemos entendido que es vital que los equipos expertos de comunicación nos constituyamos en un aliado estratégico para los equipos legales, de relaciones públicas y de recursos humanos en el ámbito del compliance. Una visión desde la comunicación y el manejo reputacional permite un mejor análisis de riesgos y la detección de vulnerabilidades trabajando con los equipos legales para contar con respuestas proactivas y la implementación de medidas preventivas.
Otro aspecto en el que los equipos de comunicación internos y externos podemos colaborar es en la redacción de códigos de ética y políticas internas claras y concisas, para garantizar la adhesión a los principios corporativos y la comunicación efectiva de los mismos. Con los departamentos de capital humano se deben desarrollar programas de capacitación y sensibilización con el fin de promover una cultura de compliance y asegurar que todos los miembros de la organización comprendan la relevancia social, económica y corporativa de cumplir con las normas establecidas.
Una estrategia de comunicación interna efectiva es clave para difundir las políticas y prácticas de compliance dentro de la empresa. En esta dirección, una consultora en comunicación puede ayudar a la empresa a comunicar de manera transparente y proactiva su compromiso con el compliance hacia el exterior, fortaleciendo su reputación corporativa, lo cual también contribuye a construir una sólida marca empleadora. Esto es clave en un mercado de talento muy competitivo y resulta altamente atractivo para los profesionales que buscan laborar en empresas éticas y responsables, lo que favorece la retención, el desarrollo y la atracción de talento.
La gestión de la comunicación, un gabinete de prensa eficiente y una estrategia de relaciones públicas adecuada son elementos esenciales para que el compliance sea un factor determinante en el fortalecimiento de la reputación corporativa y su sostenibilidad a lo largo del tiempo. Estas áreas profesionales son y serán cada vez más importantes para generar una comunicación más pertinente, precisa y relevante con las nuevas audiencias y consumidores.
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