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Comunicación corporativa y relaciones públicas en el sector salud

El sector de la salud atraviesa una transformación profunda, impulsada por los avances tecnológicos, cambios en las expectativas de los pacientes y la creciente digitalización.


Por: Pablo Duncan-Linch

Socio director CLC Comunicación


(M&T)-. Este panorama requiere un replanteamiento de las estrategias de comunicación corporativa y relaciones públicas, las cuales deben evolucionar hacia un enfoque más dinámico y personalizado. En este nuevo paradigma, las herramientas tradicionales han perdido protagonismo frente a la necesidad de adaptar los mensajes y las acciones a un entorno digital, donde la inmediatez y la interacción directa son claves.


Las plataformas digitales han pasado a ser los principales canales para educar, informar y generar confianza, permitiendo a las organizaciones de salud conectar de manera más efectiva con sus audiencias. Sin embargo, este entorno plantea el reto de diseñar estrategias de comunicación flexibles, capaces de ajustarse a las particularidades de cada organización, tanto en términos de estructura como de su contexto socioeconómico. En este sentido, el modelo "recetado" de comunicación ha quedado obsoleto; hoy en día, las estrategias deben construirse a la medida, integrando tanto medios tradicionales como digitales.


La concienciación sobre temas de salud específicos, como las enfermedades raras, es un ejemplo perfecto de cómo la comunicación puede ser utilizada como una herramienta de cambio social. Las enfermedades raras suelen competir por la atención mediática con una variedad de temas, desde lanzamientos de productos hasta noticias sensacionalistas. En este panorama, el reto es encontrar formas de visibilizar estas causas y movilizar a las audiencias. Las campañas deben ser creativas y multidimensionales para generar un impacto duradero.


La personalización de los mensajes no es solo una tendencia, sino una necesidad en un sector donde la confianza es primordial. Los pacientes, más informados y exigentes, buscan información en múltiples plataformas y esperan respuestas claras, empáticas y alineadas con sus necesidades específicas. Aquí es donde las herramientas digitales como la gestión de redes sociales y la optimización de motores de búsqueda (SEO) juegan un rol crucial en la construcción de confianza.


En CLC Comunicación afiliada a LLYC, hemos identificado que el éxito en la comunicación para el sector salud reside en la capacidad de las organizaciones para adaptarse rápidamente a los cambios del entorno mediático y en las expectativas del público. Las estrategias no pueden ser generalizadas; requieren un enfoque a la medida, con un uso inteligente de las herramientas digitales, de los datos y un entendimiento profundo del contexto y de los diversos actores involucrados.


En definitiva, el verdadero desafío es transformar la concienciación en movilización efectiva. Las campañas de comunicación creativas y multidimensionales pueden generar un impacto duradero, no solo visibilizando causas importantes, sino también movilizando a las audiencias. No basta con dar visibilidad a los problemas; es esencial crear estrategias que conecten a los diferentes actores del sistema de salud y promuevan acciones concretas que mejoren la calidad de vida de los pacientes.


Este enfoque integral permite a las organizaciones navegar en un entorno mediático muy complejo y exigente, identificando oportunidades y mitigando riesgos con mayor eficacia. Por ejemplo, cuando las voces de las personas afectadas por enfermedades raras se amplifican, se sientan las bases para un futuro más comprensivo y empático, donde la comunicación es un puente hacia el cambio social.


En este contexto, el apoyo de asesoría externa especializada se vuelve esencial. Las empresas consultoras de comunicación juegan un rol fundamental al ofrecer una perspectiva estratégica y objetiva, permitiendo a las organizaciones del sector salud mantenerse a la vanguardia y enfrentar los desafíos del futuro con confianza y determinación.


Este nuevo paradigma exige flexibilidad, empatía y capacidad de adaptación. Las organizaciones que adopten este enfoque, respaldadas por asesoramiento especializado, estarán mejor posicionadas para enfrentar los retos de un entorno en constante cambio y generar un impacto real y duradero en el sector de la salud.


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