Combatiendo el fraude digital sin afectar la experiencia del usuario
- Walter Rivera
- hace 5 días
- 2 Min. de lectura
A medida que las amenazas en línea se vuelven más sofisticadas, el fraude digital representa un desafío crítico para las instituciones financieras de América Latina.

(M&T)-. Se estima que para 2027, las pérdidas por fraudes en pagos en línea superarán los US$343 mil millones a nivel global, según cifras de Juniper Research. Frente a este escenario, la inteligencia artificial híbrida emerge como una solución clave para anticipar y prevenir delitos financieros sin afectar la experiencia del usuario.
A diferencia de los modelos tradicionales que dependen de datos históricos, la IA híbrida combina reglas basadas en conocimiento con aprendizaje automático, permitiendo identificar patrones sospechosos en tiempo real. Esta capacidad de respuesta rápida se traduce en mayor precisión para detectar fraudes y en una reducción significativa de falsos positivos, especialmente en sectores como el comercio electrónico y la banca digital.
Según Paola Sánchez, Business Developer de RiskShield en INFORM para Latinoamérica, esta tecnología no solo incrementa la seguridad, sino que también optimiza el rendimiento operativo, al facilitar el procesamiento de transacciones sin fricción. De hecho, la solución RiskShield es capaz de procesar más de 5,200 transacciones por segundo, lo que resulta esencial en un entorno donde la agilidad es tan importante como la protección.
La IA híbrida también ofrece una ventaja en términos de implementación, ya que puede integrarse gradualmente mediante APIs y soluciones en la nube, sin requerir una transformación digital completa. Esto representa una oportunidad para las entidades financieras de la región que buscan innovar sin interrumpir sus operaciones actuales, adaptándose de forma ágil a los cambios del entorno digital.
Otro aspecto destacado es su capacidad para proteger los datos sensibles. Mediante tecnologías como la tokenización y el enmascaramiento de datos, la IA híbrida cumple con regulaciones como el Reglamento General de Protección de Datos (GDPR), garantizando que la privacidad del usuario se mantenga intacta sin comprometer la eficiencia.
Según Mordor Intelligence, se espera que el mercado de IA en fintechs alcance los US$50,870 millones en 2029, una tendencia que ya se refleja en Latinoamérica. En países con baja bancarización, estas soluciones no solo previenen el fraude, sino que también facilitan la inclusión financiera al permitir transacciones más seguras y accesibles para nuevos usuarios.
En palabras de Sánchez, el futuro de la inteligencia artificial en este campo será aún más avanzado: modelos que se autoajustan en base a experiencias pasadas, el uso de biometría y redes sociales, y la incorporación de grandes modelos de lenguaje que mejorarán la interacción con el cliente. Todo esto, indica, consolidará la confianza en el ecosistema financiero digital, reforzando su papel como motor de crecimiento económico en la región.
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