En los últimos años, el turismo ha evolucionado más allá de la simple sostenibilidad, adoptando prácticas que no solo buscan minimizar el impacto ambiental, sino también restaurar y revitalizar los destinos visitados.
(M&T)-. Este enfoque, conocido como turismo regenerativo, se está consolidando como una tendencia clave para 2025, impulsando a viajeros y operadores turísticos a replantear la manera en que interactúan con el entorno y las comunidades locales.
A diferencia del turismo sostenible, que se centra en reducir los efectos negativos de las actividades turísticas, el turismo regenerativo promueve una participación activa en la mejora de los ecosistemas y el bienestar de las comunidades anfitrionas.
Esto implica involucrarse en proyectos de restauración ambiental, apoyar iniciativas económicas locales y educar a los viajeros sobre la importancia de la conservación y el respeto cultural. Por ejemplo, en la comarca de La Axarquía, en Málaga, se han implementado programas que combinan visitas a fincas ecológicas con educación sobre prácticas agrícolas sostenibles, permitiendo a los turistas aprender y contribuir al desarrollo local.
Esta tendencia responde a una creciente demanda de experiencias de viaje más auténticas y significativas. Según el informe 'NowNext '24' de Omio, se espera que en 2025, el 58% de los viajeros priorice destinos que promuevan la sostenibilidad, mientras que el 44% buscará apoyar activamente a empresas locales y comunidades anfitrionas.
Destinos como Bizkaia están adoptando estrategias de turismo regenerativo, presentando ofertas diversificadas que incluyen turismo industrial, bienestar y naturaleza, con el objetivo de revitalizar los destinos y minimizar el impacto ambiental.
El turismo regenerativo también fomenta la economía circular, asegurando que los recursos de la sociedad local no queden supeditados a las necesidades de los turistas y que la riqueza cultural no solo se mantenga, sino que se ensalce.
Ante esto, el turismo regenerativo representa una evolución del turismo tradicional, enfocándose en dejar una huella positiva en los destinos visitados. Al elegir este tipo de turismo, los viajeros contribuyen activamente a la restauración de ecosistemas y al fortalecimiento de las comunidades locales, asegurando que el turismo beneficie tanto a los visitantes como a los anfitriones.
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