Las emisiones de dióxido de carbono (CO2) son una de las causas más significativas del cambio climático debido a que este, junto a otros gases de efecto invernadero (GEI), atrapan la radiación solar y calientan la superficie de la Tierra.
(M&T)-. Por esa razón, muchas empresas dentro de su Estrategia de Sostenibilidad se comprometen a medir, reducir, mitigar o compensar su huella de carbono. Incluso, esta puede ser una de sus metas para 2024.
Para entender cómo pueden las empresas alcanzar este objetivo, entrevistamos a Andrea Segura, especialista en Sostenibilidad y Gestora Ambiental de la firma Evo Consultoras.
“La gestión de la Carbono Neutralidad permite a las organizaciones tomar acción en su compromiso climático, mediante una serie de fases progresivas para medir sus inventarios de carbono, demostrar reducciones de emisiones y alcanzar una neutralidad de carbono verificable en el tiempo”, indicó Segura.
De acuerdo con la experta, estas fases o pasos son:
1. Diagnosticar: Analizar la operación de la empresa contra las normas de referencia en materia de Carbono Neutralidad, como la ISO 14064-1 y la norma costarricense INTE B5.
Para esto, la gestora ambiental recomienda analizar los límites organizacionales y operacionales de su empresa: ¿cuáles actividades están bajo su control y cuáles no?, revisar si su empresa ha ejecutado proyectos ambientales y/o acciones asociadas a la Carbono Neutralidad.
También se debe responder a preguntas como: ¿Cuenta con documentación sobre indicadores de consumo? Por ejemplo, energía, combustible, entre otros. ¿Cuenta con los recursos necesarios (financieros y no financieros) para gestionar la carbono neutralidad ¿Quién lideraría el proyecto en su empresa?
2. Asignar responsables del proyecto, con roles y responsabilidades claras, cerciorándose de que estos sean comunicados oportunamente.
3.Identificar las fuentes directas de emisión y remoción, es decir, las que se producen en las actividades propias de la empresa y que están bajo su control, y las indirectas que se asocian a sus actividades, por ejemplo, las que se generan de servicios subcontratados o bien las que emiten los consumidores al momento de utilizar sus productos o servicios.
4. Seleccionar una metodología para medir sus emisiones de gases efecto invernadero.
En el proceso para alcanzar la carbono neutralidad es obligatorio medir las emisiones directas y es opcional cuantificar las remociones de gases efecto invernadero. También es importante cuantificar las emisiones indirectas significativas, para esto se puede desarrollar un procedimiento que determine cuáles emisiones indirectas incluir. Algunos de los criterios a considerar son el nivel de influencia, riesgo u oportunidad, el acceso a la información, la exactitud de los datos, entre otros.
5. Calcular sus emisiones o remociones (las segundas son actividades que permiten remover los GEI de la atmósfera).
6. Establecer un año base histórico (lo recomendable es que sea año calendario) para las emisiones y remociones de GEI con propósitos de comparación, para cumplir los requisitos del programa de GEI.
“La información de este programa debe ser verificable y debe mostrar evidencias de los datos, como facturas de energía, facturas de consumo de combustible, datos de medición de parámetros físico químicos, entre otros. Todo lo que sirva para comprobar el avance”.
7. Establecer proyectos de reducción de emisiones y aumento de remociones de GEI, ejecutarlos, y definir metas futuras considerando criterios asociados a ciencia del clima, potencial de reducción, contexto internacional, nacional y sectorial.
8. Gestionar su inventario, manteniendo los procedimientos documentados y los registros de las emisiones al día.
9. Evaluar la exactitud del inventario de manera periódica.
10. Realizar un informe del inventario y comunicar los resultados de este a sus grupos de interés.
El resultado de este proceso le permitirá a la empresa optar por un proceso de verificación externa para la certificación de su inventario de Gases Efecto Invernadero, si así la empresa lo desea. De esta forma, la empresa podrá identificar acciones de mejora al gestionar la carbono neutralidad en su operación y recibir los beneficios de este elemento diferenciador.
“Una empresa que mide, reduce, mitiga o compensa sus emisiones de carbono puede mejorar su imagen y reputación, reducir costos a largo plazo, acceder a nuevos mercados y cumplir con estrictas regulaciones sobre impacto ambiental, poniéndose a la vanguardia”, finiquitó Segura.
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