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Aumenta modelo de negocio sostenible en las empresas

(M&T)-. Costa Rica. Cada vez más empresas asumen su responsabilidad con el planeta y deciden implementar modelos de negocios sostenibles. Al dar este paso, han descubierto y aprovechado oportunidades para reducir costos, minimizar riesgos y posicionarse de mejor manera en el mercado.

Sin embargo, el migrar a un modelo de negocio más sostenible, continúa siendo un reto para algunas compañías, ya sea por falta de información, preocupaciones sobre costos asociados, o por no saber de qué manera integrar el componente ambiental dentro de los procedimientos estratégicos de toma de decisiones.

El 05 de junio de cada año se conmemora el Día internacional del Medio Ambiente, la ONU lo califica como un vehículo por medio del cual se sensibiliza a la opinión mundial en relación con temas ambientales, intensificando la atención y la acción política.

Luciana Pineda, especialista en Derecho Ambiental de Nassar Abogados, señaló que, el aumento en el interés de las empresas por prácticas más sostenible es incentivado también por consumidores informados y más exigentes en cuanto a los productos y servicios que adquieren, un mayor sentido de compromiso con la responsabilidad social empresarial, así como requerimientos regulatorios y la aplicación de sanciones por parte de entidades administrativas y judiciales.

Inclusive hoy en día las empresas buscan incluir el componente ambiental dentro de la toma de sus decisiones, buscando reducir, mitigar o compensar su impacto y su huella ecológica.

De acuerdo con Pineda, son varios los elementos clave que deben ser tomados en cuenta a la hora de establecer un plan de acción para migrar hacia un modelo de negocio sostenible, resalta la importancia de identificar los objetivos de desarrollo sostenible (ODS) de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible de la Organización de las Naciones Unidas con que la empresa podrá trabajar para así enfocar y direccionar sus esfuerzos en miras de cumplir objetivos específicos, como por ejemplo Producción y Consumo Responsable (objetivo 12) y Acción por el Clima (objetivo 13).

Es también crucial valorar si es necesario redefinir las metodologías y procedimientos internos de la empresa para incorporar modelos de economía circular que permitan optimizar los recursos y reducir el desperdicio. Las acciones específicas a seguir dependerán del tipo de empresa y su giro de negocio.

“Realizar una auditoría interna de la empresa debería verse acompañada con una verificación de cumplimiento de los requisitos regulatorios ambientales. Por tanto, realizar un esfuerzo en este sentido, puede implicar atender posibles situaciones de riesgos ambientales antes de que estos sucedan y poner en orden cualquier situación de irregularidad, procurando evitar cualquier daño al medio ambiente, así como la aplicación de sanciones por violaciones a la normativa ambiental”, manifestó la especialista en Derecho Ambiental de Nassar Abogados.

En el derecho ambiental un actuar preventivo es clave, considerando que muchas veces el daño ambiental puede generar efectos irreversibles y sanciones de mayor envergadura. Por tanto, es importante que las empresas se aseguren de que sus actividades cumplan a cabalidad con lo exigido por la normativa vigente.

Las sanciones pueden ser variadas dependiendo de la infracción o delito cometido, pudiendo incluir desde suspensión y cancelación de permisos, clausura de negocios o determinadas actividades y multas, hasta sanciones penales.

Otras acciones que deben considerar las empresas

Pineda recomienda a las empresas seguir los siguientes pasos al integrar la sostenibilidad en sus procesos:

1)  Llevar acabo una evaluación exhaustiva de los procedimientos internos para identificar aquellas actividades que generan o podrían generar contaminación o impactos ambientales negativos, lo cual incluye considerar ciclos completos de producción, incluyendo desde el tipo de materia prima utilizada hasta el manejo de los residuos producidos.

2)  Una vez identificados los factores de riesgo ambiental en la compañía, se podrán tomar decisiones informadas para generar estrategias y planes de acción para atender y mejorar estos aspectos y aplicar acciones correctivas de ser necesario.

3)  Mantener registros actualizados, ordenados y uniformes sobre los aspectos que se estarán trabajando, por ejemplo, generación y gestión de residuos, consumo de energía eléctrica y combustibles fósiles, consumo de agua, adquisición de materias primas, entre otros. Esto es sumamente importante para permitir a la empresa llevar métricas y monetizar los ahorros generados.

4)  Establecer procedimientos para sensibilizar al personal e informar sobre las acciones que se llevarán a cabo y la importancia de las mismas, así como definir cualquier procedimiento relacionado a la rendición de cuentas para asegurar un manejo transparente de la comunicación de información al personal, clientes o público en general sobre los avances realizados en la empresa para instaurar procesos más sostenibles.

5)  Será igualmente valioso generar encadenamientos que repliquen las acciones tomadas, convirtiéndose la empresa en un agente de cambio, procurando que sus colaboradores, proveedores y clientes también implementen estrategias de sostenibilidad en sus hogares o compañías y sean promotores activos de las mismas en su entorno.

6)  Una vez que las empresas hayan implementado estas medidas, podrán expandir su rango de impacto positivo, buscando generar cambios mediante su contribución a largo plazo en temas socio-ambientales en su comunidad o en el país.

La especialista en Derecho Ambiental de Nassar Abogados enfatizó que el costo de incluir aspectos ambientales en sus operaciones es normalmente la mayor preocupación de las empresas, además de la creencia de otros mitos como, por ejemplo, que es necesario contar con alguna certificación ambiental para validar los procedimientos de mejora ambiental, lo cual también puede implicar una inversión inicial importante.

Agregó también que es muy frecuente que las empresas dejen de lado el aspecto de las consecuencias de una eventual sanción por incumplimiento o daño ambiental, la cual podría sobrepasar los costos de una auditoría interna. Asimismo, señala que no es un requisito contar con una certificación para que las empresas puedan realizar procedimientos internos de evaluación y aplicar planes de acción concretos.

Ante la modalidad de teletrabajo, Pineda también recomienda a las empresas dar un acompañamiento a su personal para ayudar a que las prácticas sostenibles que se realizaban en los centros de trabajo sean replicadas también en sus casas, como las prácticas de minimización de residuos y el reciclaje, la sustitución de productos altamente contaminantes, el compostaje de residuos orgánicos, entre otras.

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