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Apostando al turismo interno; primer paso para la reactivación del sector


Por: Aldo Ariel Rios, Economista / Banquero / Líder de Negocios Vicepresidente Comisión de Turismo – Asociación Panameña de Ejecutivos de Empresas (APEDE).

Muchos hablan de turismo y posiblemente no todos tenemos claro las dimensiones tan relevantes que esta actividad puede impactar en la vida y economía de los países, y es que como sector productivo cuyo principal producto a vender son las “experiencias”, es además una pieza fundamental en la atracción de divisas, inversiones locales y extranjeras, generación de empleo y promoción del conocimiento resaltando activos tan relevantes que además ayudan a definir y singularizar la cultura, tradiciones y evolución de los pueblos ya sea por su infraestructura o estilos de vida.

Y es que el hacer turismo es hasta recomendable para la salud, el corazón y el cerebro funcionan mejor solo por el hecho de gozar de menores niveles de estrés, mejor autoestima y hasta bienestar emocional. Con solo hacer la gestión de comprar tickets, hacer las maletas, planificar recorridos y luego lanzarse a la aventura, son actividades del agrado de casi todo el mundo, y a diferencia de tantas otras cosas que proporcionan placer, viajar no solo carece de contraindicaciones, sino que tiene muchos y variados beneficios para la salud. La reducción del estrés parece el más evidente de los beneficios de hacer turismo, aunque sea una salida breve y a un destino no muy lejano, dejar atrás la rutina y el ritmo frenético de la vida en la ciudad permite desconectar, dejar atrás las angustias y disfrutar del presente, siendo este el principal objetivo de no perder la oportunidad de hacer “turismo interno”.

Un estudio realizado en Estados Unidos determinó que viajar reduce el riesgo de padecer infarto de miocardio, sobre todo para las personas mayores. Las estadísticas indican que quienes viajan con frecuencia las probabilidades de sufrir un ataque al corazón son un 21% más bajas, en conclusión, “Las vacaciones pueden ser buenas para su salud”.

Una vez que entendemos los beneficios a la salud gracias al turismo y que además aplica para todos, pasamos a reflexionar sobre la importancia de contar con una oferta turística que no solo sea comercializable, sino que genere experiencias tan memorables que se quiera regresar, no es una tarea sencilla, es compleja pero es posible y ha sido la clave en muchos países que han decidido priorizar la actividad de turismo de tal manera que llegan a representar altos porcentajes del producto interno bruto en sus economías, tal es el caso de Estados Unidos, China, Alemania y España; u otros cuya dependencia al turismo es aún asombrosa, países como Malta, Islandia, Tailandia y Jamaica, solo por mencionar algunos.

Un “producto turístico” es entonces la clave fundamental para el desarrollo de la actividad y el mismo debe ser creado con estructura, siempre resaltando las ventajas competitivas y sincronizando todos los involucrados (instituciones de gobierno, hoteles, transporte, restaurantes etc.), es un conjunto de componentes tangibles e intangibles que incluyen: Recursos y atractivos + Equipamientos e infraestructuras + Servicios + Actividades recreativas + Imágenes y valores simbólicos que ofrecen beneficios capaces de atraer a grupos determinados de consumidores porque satisfacen las motivaciones y expectativas relacionadas con su tiempo libre, y su objetivo primordial debe ser la satisfacción física y psicológica del visitante.

En Panamá, antes de pandemia el turismo representaba el 14% del PIB y poco más de 100.000  empleos, y esto no es casualidad ya que contamos con muchos sitios que poseen recursos naturales, históricos y patrimoniales, los mismos son la base fundamental para generar productos turísticos atractivos, competitivos y de altísimo valor tanto para el turista como para el inversionista, no desaprovechemos y cultivemos esta actividad, aún tenemos un largo camino que recorrer pero en la medida que definamos el turismo como pilar fundamental de nuestra economía, actuaremos de manera alineada y en colaboración entre los sectores público y privado, lograremos ser conscientes de su relevancia y actuaremos en beneficio del sector, con prontitud veremos los beneficios en nuestra economía y fortaleceremos el orgullo de ser panameños.

En conclusión, la economía y el turismo de un país se relacionan estrechamente entre sí. Los indicadores económicos tienen efectos positivos en el turismo y este a su vez en la economía, por ejemplo, cuando tenemos crecimiento de los ingresos efectivos, los consumidores obtienen más dinero a su disposición, por lo que aumenta la demanda de turismo de la misma forma, esta dinámica del turismo logra una distribución más equitativa de los ingresos, cuanto más uniforme sea la distribución de los ingresos en la sociedad, más personas podrán comprar un producto turístico. Y es aquí, en esta compleja fórmula entre economía y turismo donde visibilizamos la gran relevancia de la industria y su impacto expansivo a diferentes actores y sectores económicos.

El turismo indiscutiblemente tiene un gran efecto en la economía de la región en la que se desarrolla y claramente podemos identificar tres áreas principales del impacto del turismo en la vida de la sociedad: económica, social y humanitaria, es por esta razón que estamos convencidos que esta actividad actúa además como catalizador del crecimiento económico y redistribuidor del producto interno bruto.

El turismo favorece el contacto del hombre con la naturaleza y con las culturas, promueve la valorización de los recursos ambientales y presenta las bellezas de la creación como una herencia común de toda la familia humana.  Juan Pablo II

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