(M&T)-. La propuesta fue presentada a nombre del Ministerio de Ambiente y Energía MINAE, por la Cooperación alemana para el desarrollo GIZ a la “Iniciativa Ambición”, una convocatoria de propuestas abiertas por la Facilidad NAMA para apoyar a los países que habían demostrado ambición y visión de futuro en la más reciente actualización de sus Contribuciones Nacionalmente Determinadas (NDC 2020-2025), que tiene que ver con el compromiso para reducir emisiones de gases de efecto invernadero.
La GIZ trabajó junto con actores del sector privado de Costa Rica, aglutinados en la Alianza por el Hidrógeno, donde nació la propuesta que hoy recibió este gran apoyo.
El proyecto consiste en consolidar un ecosistema de hidrógeno verde (es decir, hidrógeno producido con fuentes de energía renovable) en Costa Rica que incluya la generación, distribución y el uso de este vector energético en aplicaciones piloto, preparando así el mercado para el uso del hidrógeno verde.
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El apoyo de la Facilidad NAMA es una noticia de gran impacto y relevancia, tanto por su aspecto financiero (pues vendría a proveer los fondos para desarrollar este ecosistema de energías limpias) como por el reconocimiento a la marca-país que Costa Rica ha construido durante los últimos años.
La Alianza por el Hidrógeno, entidad constituida en mayo del 2019 con el objetivo de convertirse en un mecanismo de coordinación del ecosistema del hidrógeno verde en el país, comunicó que cuatro de sus más de 20 afiliados (Fundación CRUSA, Grupo Purdy, Invermaster y Ad Astra Rocket) formaron un consorcio que respalda la presentación del proyecto NAMA-Green H2. Además, mantendrá su colaboración en la preparación y presentación del documento final durante el 2022 y se constituirá como la piedra angular del proyecto.
“Nos sentimos complacidos de aportar en esta Alianza que representa insumos valiosos para avanzar y acercar a Costa Rica a la pronta puesta en marcha del hidrógeno verde como vector energético”, dijo Edgar Rivera, coordinador de la Alianza por el Hidrógeno.
La NAMA (Acción de Mitigación Nacionalmente Apropiada) es una acción voluntaria de los países, realizada para reducir la emisión de gases de efecto invernadero y que debe estar alineada con políticas nacionales y sectoriales, así como generar co-beneficios para la sociedad. La Facilidad NAMA es financiada por los gobiernos de Alemania, el Reino Unido, Dinamarca, la Unión Europea y la Children’s Investment Fund Foundation.
Costa Rica fue el único país de América Latina seleccionado para llevar adelante este proyecto, el cual fue elegido entre más de 40 iniciativas presentadas por otros países.
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