(M&T)-. En este plan de inversiones destaca el aporte de la fuerza laboral, también la ejecución del programa de descarbonización en las operaciones y el de los proyectos hídricos, este último dirigido a suplir el agua para la población del país y el funcionamiento de la vía. Además, incluye la transformación digital mediante la incorporación de nuevas tecnologías de la información que permitan agilizar los procesos.
Recientemente el Canal dio a conocer su objetivo de ser carbono neutral para el año 2030, alineado con los compromisos globales establecidos por instancias como Naciones Unidas y la Organización Marítima Mundial.
Para ofrecer una ruta más corta, el Canal de Panamá propicia que los buques que transitan emitan menos gases contaminantes, sin embargo, la organización está comprometida con alcanzar la neutralidad de carbono en sus operaciones a través de acciones concretas como:
Generar electricidad a partir de fuentes renovables.
Consolidar sus instalaciones para minimizar el impacto de la huella de carbono ocasionada por la movilización y traslado de colaboradores a múltiples ubicaciones.
Capturar CO2 mediante la administración eficiente de las áreas boscosas de la Cuenca Hidrográfica. Como parte de este objetivo, se ha solicitado a las autoridades correspondientes la adquisición de unas 8,000 hectáreas dentro de esta región, para ampliar los programas de protección ambiental y desarrollo sostenible en la Cuenca.
Migrar su flota de automóviles a vehículos eléctricos, y el equipo flotante a fuentes híbridas.
Para esta iniciativa, el Canal de Panamá estima destinar entre 500 y 1,500 millones de balboas durante la próxima década.
Mientras, otra clave de la sostenibilidad del Canal es asegurar la disponibilidad de agua para la población y la operación de la vía, esto por que la variabilidad climática en la última década ha afectado a la Cuenca Hidrográfica. Con este objetivo, el Canal de Panamá adelanta un programa hídrico que estima una inversión de 1,900 millones de balboas, hasta su entrada en operación en el año 2028.
En cuanto a transformación digital, el plan es destinar 500 millones de balboas en proyectos que incorporen tecnologías, información y manejo de data para maximizar la capacidad de la planta actual de la vía interoceánica.
Además, se estima invertir 2,400 millones de balboas en el reemplazo de equipos como remolcadores, y modernización de instalaciones como las plantas potabilizadoras y represas del Canal.
La inversión contempla la reubicación y modernización de instalaciones que consoliden las operaciones y minimicen la huella de carbono que naturalmente provoca la interacción, movilización y traslado de más de 9,000 colaboradores.
Hasta el año 2030, el Canal proyecta destinar unos 2,800 millones de balboas al mantenimiento regular de su planta, considerando que las esclusas panamax cumplirán más de 110 años de funcionamiento durante la próxima década. Estas inversiones incluyen el dragado de los cauces de navegación, el mantenimiento de los equipos flotantes y rodantes, así como los sistemas eléctricos que energizan la operación.
En los próximos 10 años, el Canal tiene como meta entregar aportes directos al Tesoro Nacional por un monto aproximado de 21,500 millones de balboas. De esta manera, la vía acuática cumplirá con su responsabilidad de operar de manera segura, continua, eficiente y rentable, propiciando el crecimiento y oportunidades para el país. En los primeros 20 años de administración panameña, el Canal aportó 18,642 millones de balboas.
El plan de inversiones para la próxima década incluye 2,200 millones de balboas para cubrir el financiamiento, principalmente, del Canal ampliado. En cinco años de operaciones, gracias a la inversión en las nuevas esclusas, los ingresos del Canal han aumentado de 2,500 millones en 2016, a aproximadamente 4,000 millones de balboas en 2021.
Como parte de su visión a largo plazo, el Canal de Panamá implementará una estrategia de precios más dinámica, asegurando que su servicio genere valor agregado a sus clientes. Esta estructura de precios incorporará, por ejemplo, elementos alineados con la sostenibilidad ambiental, incentivando que los buques que transiten el Canal lo hagan con mayor eficiencia energética y utilizando combustibles alternativos.
El marco legal y el modelo de gestión de la vía interoceánica garantizan la rentabilidad de este activo, así como los aportes directos e indirectos en beneficio del desarrollo económico del país.
Comentarios