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Walter Rivera

¿Amenaza u oportunidad? La automatización en las empresas en el 2025

En un entorno empresarial marcado por avances tecnológicos acelerados, la automatización se consolida como una herramienta clave para optimizar procesos, reducir costos y aumentar la competitividad.

(M&T)-. Sin embargo, su implementación plantea importantes desafíos y oportunidades para el empleo, especialmente en América Latina, donde la transformación digital avanza de manera desigual.


Según un informe reciente del Foro Económico Mundial, se estima que la automatización reemplazará alrededor de 85 millones de empleos a nivel global para 2025, pero también creará cerca de 97 millones de nuevas oportunidades laborales en sectores tecnológicos y de servicios avanzados. Esto significa que la clave no radica en evitar la automatización, sino en preparar a la fuerza laboral para los cambios que trae consigo.


En sectores como la manufactura y la logística, la automatización está eliminando tareas repetitivas y de bajo valor, mientras que crea una demanda creciente de profesionales especializados en el manejo de tecnología avanzada. Según datos de McKinsey & Company, más del 50% de las actividades laborales actuales podrían ser automatizadas con la tecnología disponible hoy, lo que subraya la necesidad de que las empresas implementen programas de reentrenamiento para sus empleados.


Otro impacto significativo se observa en la polarización del mercado laboral. Mientras que las tareas rutinarias tienden a ser reemplazadas por máquinas y algoritmos, las habilidades humanas como la creatividad, la inteligencia emocional y la resolución de problemas complejos adquieren un valor cada vez mayor. Un estudio del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) señala que en América Latina, la automatización afectará especialmente a los empleos de baja cualificación, lo que podría exacerbar las brechas sociales si no se implementan políticas inclusivas.



La educación y el desarrollo de habilidades se posicionan como elementos centrales para enfrentar esta transformación. Los programas de formación en habilidades digitales, análisis de datos y manejo de herramientas automatizadas son indispensables para que los empleados se adapten a las demandas del mercado laboral. Iniciativas como las impulsadas por el MIT han demostrado que el aprendizaje continuo es clave para mantener la competitividad de la fuerza laboral en un mundo automatizado.


Sin embargo, la automatización también puede ser un catalizador para el emprendimiento y la innovación. La reducción de costos operativos y la optimización de procesos permiten a las empresas redirigir recursos hacia áreas estratégicas, como el desarrollo de nuevos productos y servicios. Esto, a su vez, abre oportunidades para la creación de empleo en nichos emergentes que aprovechan las capacidades únicas del ser humano.


En conclusión, la automatización en 2025 tendrá un impacto significativo en el empleo, tanto eliminando tareas repetitivas como generando nuevas oportunidades en sectores avanzados. Las empresas, gobiernos y trabajadores deben trabajar de manera conjunta para garantizar una transición inclusiva, enfocándose en la formación, la innovación y el desarrollo de habilidades que permitan prosperar en este nuevo panorama laboral.



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