Posicionar a la República Dominicana como una plataforma de producción de Nearshore, integrada a la cadena de suministro norteamericana constituye uno de los retos que persigue la Cámara Americana de Comercio de la República Dominicana (AMCHAMDR) de cara a su 96 aniversario.
Esto según su vicepresidente ejecutivo, William Malamud, quien en el marco de la celebración del 96 aniversario de la entidad analizó las transformaciones más relevantes que ha afrontado el país en materia de comercio, inversiones y seguridad jurídica.
“La facilitación del comercio debe ser una prioridad nacional. Para ello, se requiere bajar los costos, el tiempo y simplificar las operaciones comerciales. Como país, tenemos una excelente oportunidad para mejorar nuestro comercio exterior si aprovechamos nuestra proximidad geográfica con Estados Unidos”, indicó Malamud.
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De acuerdo con el directivo, la imposición de aranceles a productos hechos en China y comercializados en Estados Unidos ha registrado un impacto profundo en la cadena de valor global. Esto, asegura, ha provocado que muchas compañías modifiquen la estructura de su cadena de valor para minimizar el precio final de sus productos.
“Existe una tremenda oportunidad para que la República Dominicana aumente su manufactura en zonas francas a través de estas compañías que están recolocando su producción en naciones más cercanas a los Estados Unidos, país que sigue siendo el mercado importador más grande a nivel mundial, mayor que los siguientes cuatro mercados de importación combinados”, expresó.
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En ese sentido, Malamud abogó para que se mantenga la estabilidad política, social y macroeconómica que sirva de base para el crecimiento y la prosperidad del país, que a su juicio ha contribuido para que la economía dominicana se convierta en la octava más grande y de más rápido crecimiento en América Latina.
Por otro lado, se hizo énfasis en que durante los últimos 96 años, República Dominicana ha experimentado una transformación en el ámbito comercial y de inversiones, donde ha pasado de ser una economía antigua y muy cerrada a una moderna y globalizada.
Asimismo, se destacó que desde la firma del Tratado de Libre Comercio entre los Estados Unidos, Centroamérica y la República Dominicana (DR CAFTA) el país ha vivido una década de reformas económicas, una integración más estrecha en cadenas de valor claves, así como un crecimiento significativo en la inversión extranjera y el comercio bilateral.
Estados Unidos se mantiene como el principal socio comercial del país. El año pasado, según datos de la Oficina Nacional de Estadísticas, el intercambio comercial entre ambos países alcanzó la suma de casi US$14,000 millones, de los cuales el 62% correspondieron a importaciones desde EE.UU., y un 38% a exportaciones dominicanas.
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