Por: James Hernández, presidente y cofundador de Trust Corporate
Son pocos los momentos en la historia contemporánea, que hayan motivado una trasformación tan seria en la forma de trabajar y ofrecer los servicios corporativos, como la que estamos viviendo con la cuarentena producto del COVID-19. La apertura al cambio, es sin duda el gran catalizador de los esfuerzos que hacen las compañías en este momento para recuperar su sostenibilidad y la participación en el mercado.
Producto de los cambios escalonados que se están presentando en la industria con el manejo de la epidemia y el postCOVID-19, es que las empresas necesitarán implementar modelos económicos destinados a la recuperación y reactivación de los diferentes sectores.
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Disminución de costos, aumento en la producción, eficiencia en la facturación y la cobranza son sus nuevas prioridades. Hoy, las empresas tienen el objetivo de mejorar los sistemas productivos y su gran aliado para lograrlo está en la inversión puedan hacer en tecnología.
Se especula con que una vez finalice la pandemia las compañías van a incorporar cambios y modelos en su forma trabajar. Las empresas que no lo entienda así, no podrán subirse a la ola de nuevos modelos productivos, empleando tecnologías más avanzadas como su punta de lanza y estarán condenadas a desaparecer.
Nosotros, en Trust Corporate como consultora que reúne especialistas en temas financieros, legales, contables y organizacionales, consideramos que el sector empresarial necesita adecuar procesos, estructuras, políticas y contar con el personal idóneo para hacer de la capacidad del cambio, uno de sus principales activos. Seguir estos siete consejos marcarán la diferencia para las empresas al momento de implementar esta nueva realidad:
1. Crear un plan estratégico. Las compañías deberán incluir un modelo coherente con los requerimientos y las aspiraciones reales de las directivas. Para conseguir una transformación en menor tiempo y de manera eficaz este proyecto necesita contemplar claramente los objetivos y evitar así desviaciones en su ejecución.
2. Comunicación clara. La forma como las organizaciones comunican hacia dentro de sus estructuras debe ser coherente y llegar a todos los miembros del equipo.
3. CEOs activos. Las cabezas de las organizaciones deben ser personas que estén en una constante evaluación del mercado, de su empresa, del entorno, de las nuevas tecnologías y de los procesos para crear propuestas innovadoras.
4. Herramientas tecnológicas. La tecnología en la información es lo que realmente dará una ventaja competitiva para adaptarse rápidamente a los cambios en el mundo de los negocios.
5. Cultura organizacional. Si no hay una identidad personal con los principios, los valores y la misión corporativa; el compromiso, la proactividad, la fidelidad de los empleados se verán diluidos.
6. Selección de personal. Hoy las habilidades blandas ocupan un papel protagónico en la captación de los nuevos empleados. Capacidad para comunicarse, ser positivo, mantenerse motivado, serán las características más deseadas.
7. Equipo satisfecho. Semestralmente por lo menos, las empresas deben medir cómo se sienten sus empleados y saber si están cumpliendo con las tareas asignadas. Este análisis permite evaluar ascensos o aumentos salariales.
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