El mercado inmobiliario panameño enfrentara desafíos importantes en 2025, entre ellos la incertidumbre que genera el panorama politico y la creciente necesidad de adaptar las prácticas constructivas a modelos más sostenibles.
(M&T)-. El mercado inmobiliario en Panamá atraviesa un periodo de recuperación gradual, aún así, las proyecciones para 2025 se ven marcadas por varios desafíos que generan incertidumbre en el sector, uno de ellos es el panorama político entre Panamá y Estados Unidos (EEUU) que mantiene a la industria expectante hacia el rumbo que tomen estas relaciones.
La nueva presidenta de la Asociación Panameña de Corredores y Promotores de Bienes Raíces (ACOBIR), Sarita Hanono de Hamui, expresó que el mercado panameño ha venido reflejando un aumento en el número de clientes extranjeros interesados en Panamá como destino de residencia, especialmente en zonas de la capital. Estos inversionistas, en su mayoría, no dependen de financiamiento local, lo que ha aportado una estabilidad al mercado inmobiliario del país; sin embargo, compartió su preocupación de que este escenario cambie debido al panorama político.
“Con las recientes declaraciones del nuevo presidente de los Estados Unidos acerca de su intención de hacerse con el Canal de Panamá, podemos enfrentar un desafío para mantener un flujo constante de inversión extranjera, especialmente en sectores vulnerables a la incertidumbre política y económica”, detalló la especialista.
Desde diciembre de 2024 el presidente de los EEUU, Donald Trump, ha estado reiterando mediante conferencias y a través de las redes sociales, su intención de recuperar el Canal de Panamá, ya que lo considera un punto clave para la seguridad nacional del país norteaméricano, anuncios que el gobierno panameño ha respondido con el mensaje de que el “Canal de Panamá es de los panameños”.
Otro desafío que enfrenta el sector, según Hanono de Hamui, es la creciente necesidad de adaptar las prácticas constructivas a modelos más sostenibles, impulsada por la presión para mitigar los efectos del cambio climático. Los desarrolladores inmobiliarios tendrán que afrontar mayores costos para cumplir con los nuevos estándares ambientales exigidos, lo que podría reflejarse en el aumento de los precios de las propiedades. Esta transformación en las prácticas constructivas no solo responde a las regulaciones, sino también a una demanda cada vez mayor de viviendas que integren características sostenibles.
Además, el interés de las nuevas generaciones por opciones residenciales más sostenibles está cambiando las tendencias del mercado. “En la práctica profesional vemos cada vez más frecuente a una población joven que está cambiando sus preferencias hacia tipos de vivienda que se alineen con estilos de vida más sostenibles y conectados, lo que afecta las tendencias del mercado”, especificó Hanono de Hamui. Este cambio en las preferencias de los consumidores está llevando a los desarrolladores a replantear sus proyectos, adaptándose a un modelo más consciente del medio ambiente y alineado con las expectativas de los compradores actuales.
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Según Hanono de Hamui, en la actualidad el mercado inmobiliario panameño ha mostrado señales de mejora, especialmente en el segmento de alquileres. Este repunte está principalmente ligado al aumento de las tasas de interés en los créditos hipotecarios, lo que ha generado un cambio en la demanda, y es que muchos consumidores, que de otro modo habrían optado por la compra de vivienda, ahora recurren al alquiler, particularmente en propiedades con un costo inferior a los US$1,500 mensuales.
Mientras que el segmento de ventas se ha vivido un freno a la demanda debido a los cambios en las políticas gubernamentales relacionadas con los préstamos a tasas preferenciales que han afectado la construcción de viviendas dentro de los rangos de precios amparados por estas leyes. Esto ha limitado el acceso a la vivienda propia para los panameños con ingresos de salarios base a medios, lo que ha impactado negativamente en la dinamización de la economía local. Sin embargo, la propuesta reciente de reforma a la ley de interés preferencial genera esperanza de una reactivación en este sector y de un acceso más equitativo a la vivienda para los ciudadanos.
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